De mezquita a catedral

En 1248, tras la conquista de Sevilla por Fernando III de Castilla, la mezquita fue consagrada como catedral y transformada para adaptarla a las nuevas necesidades, entre las que se incluyó la organización de una Capilla Real destinada a ser panteón del Rey Santo y de su hijo Alfonso X el Sabio. La mayor parte de la mezquita fue demolida para dar paso al actual templo gótico cuya construcción se inició en la primera mitad del siglo XV. De la primitiva construcción aún perdura la torre-alminar y parte del patio.